El empresario manresano presentó ayer por la tarde de sorpresa al patronato del centro su dimisión irrevocable
La reunión del patronato de ayer en la tarde del CTM de Manresa acabó, sorprendentemente, con la dimisión de su presidente ejecutivo, Manel Rosell, según ha podido saber el diario Regió7. Las diferencias, personales y de criterio sobre la gestión del centro, que separan a Rosell de Valentí Junyent, alcalde de Manresa y presidente del patronato de la institución, son el motivo del desenlace de ayer.
Las desavenencias entre el responsable político y empresarial del centro ya se hicieron evidentes el pasado mes de febrero, en la anterior reunión del patronato, después de la cual Junyent acusó a Rosell de «falta de transparencia». El motivo era que Junyent había pedido en aquella reunión información sobre los recortes salariales que contempla ya la Direccion Ejecutiva y sobre la deuda, superior a los 2 millones de euros, que las administraciones acumulan con el centro. Con todo, las diferencias personales entre uno y otro se arrastraban de meses atrás, y la situación ha acabado haciendo la convivencia insostenible.
Fuentes conocedoras de la reunión aseguraban ayer a este diario que la reunión del patronato se celebró también en un cierto clima de tensión entre los dos máximos responsables del centro, aunque menor que en la reunión del día 13 de febrero. Fue en su informe al patronato cuando Rosell anunció su dimisión irrevocable. Según las fuentes consultadas, Rosell habría alegado falta de apoyo del Ayuntamiento para continuar al cargo, y también la necesidad de desbloquear una situación que deja en una difícil gobernabilidad una institución que vive un momento económico complejo. Justamente, cuando el centro está a tres semanas de iniciar su traslado a las nuevas instalaciones del Parc Central.
Con la marcha de Rosell, la presidencia del Comite Ejecutivo que queda vacante, esperando que, a finales de julio, se celebre una reunión extraordinaria del patronato para elegir el relevo. A comienzo de la próxima semana, la institución prevé hacer público un comunicado de agradecimiento a la labor de Rosell, que ha ejercido la presidencia ejecutiva del CTM durante cinco años. Aún le quedaban dos años de mandato.
Tras la reunión del pasado mes de febrero, Junyent aseguró que las diferencias con Rosell no eran «personales», sino «sobre la manera de hacer de las personas», y acusaba a Rosell de no tener «voluntad de compartir información con determinados órganos de gobierno». En aquella ocasión, Junyent pedía un papel más activo para el Ayuntamiento en el patronato de la institución que preside, a la manera de otras fundaciones locales como Althaia, Fussam o Fira de Manresa.
Fuente: Regió7
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